

TERAPIA FLORAL DE BACH.
Flores de Bach, también llamadas remedios florales de Bach o esencias florales de Bach, es la denominación genérica y comercial de un conjunto de 38 preparados artesanales no farmacológicos, símil-homeopáticos, elaborados a partir de una decocción o maceración en agua de flores maduras de diversas especies vegetales silvestres o naturalizadas de la región de Gales y la Inglaterra contigua, diluida en brandy (destilado del vino, usado como medio conservante)
Edward Bach, fue un médico científico homeópata, bacteriólogo e investigador, que descubrió estas propiedades terapéuticas de flores silvestres.
Esta terapia está reconocida por la ( O.M.S. ) Organización Mundial de la Salud y los recomienda desde 1976.
Esta técnica ha sido probada por más de 70 años, son totalmente efectivas y compatibles con todo tipo de medicamentos y pueden ser tomadas por cualquier persona, no importa la edad.
Es uno de los sistemas más utilizados en la medicina alternativa en América y Europa.
No presenta contraindicaciones ni efectos secundarios.
Tras largos años de investigación logró producir 38 elixires florales, todos ellos sacados de la naturaleza con características simples e inocuas, pero con la capacidad de extraer del hombre su peor mal.
Según E. Bach, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio emocional, si este tiende a prolongarse en el tiempo surge lo que conocemos con el término de Enfermedad a un nivel orgánico.
Tras un conflicto, un shock, o un trauma no resuelto, estos se materializan en el cuerpo creando la enfermedad.
Es una lucha entre el Alma y la Mente la causante directa de dar vida a la misma.
Cada individuo es único y como tal se debe tratar su patología, lo más importante para Bach, no era la naturaleza de la enfermedad, si no la actitud de la persona que la padece.
Para sanar nuestro cuerpo es necesario restablecer La Armonía Psíquica y Emocional.
Para Bach el Alma era el lugar donde está escrito el camino que debemos seguir para evolucionar, pero la mente muchas veces se interpone al paso.
El alma y la mente en armonía lleva a un estado de paz, alegría, felicidad y salud.
Es un remedio vibracional que estimula la función contraria al desequilibrio.
Podemos entender que la enfermedad es una llamada de atención y que la curación es un mensaje de crecimiento interior, para Bach, la curación es un fenómeno metafísico.
El Alma sabe para qué ha venido, mientras que la personalidad no esté conectada con el saber, actuará de modo equivocado, y hasta que no se llegue al verdadero motivo de la enfermedad, el paciente no encontrará la cura.
Podemos aplicarlas en multitud de casos, para prevenir o dar soluciones a una larga lista de enfermedades psicosomáticas, alergias, estreñimiento, diarreas, gastritis, afonías, contracturas, pruritos, fatiga crónica, etc.
Es ideal en el insomnio, estrés, ansiedad, angustia, opresión en el pecho, dolor ante la pérdida de un ser querido.
Ante la dificultad de tomar decisiones, de intolerancia, impaciencia, nostalgia, apatía, posesividad.
En trastornos de aprendizaje, problemas de conductas, enuresis, escolarización, dificultades emocionales, separación paternal.
Para los ancianos les ayuda a olvidar su soledad y su pena.
En mujeres embarazadas, lactantes y niños, al igual que a los animales e incluso a las plantas.
Hay que tener en cuenta que las flores actúan lenta y gradualmente, al igual que hizo la enfermedad al instalarse.
Bach dijo: Que la verdadera curación solo se puede obtener con lo correcto que reemplaza a lo equivocado, lo bueno que reemplaza a lo perjudicial, del mismo modo que la luz reemplaza a la oscuridad, la paz y la felicidad promueven y logran la curación del paciente.





